La alimentación es una de las muchas formas en que obtenemos información, comandos, sustancias y microorganismos que ingresan al nuestro cuerpo para el intervenir en el funcionamiento del cuerpo; ésta intervención puede ser optima o no. La alimentación también es una parte esencial del estilo de vida y puede tener un gran impacto en la salud mental y emocional de una persona. Una alimentación adecuada es importante para acompañar al equilibrio de los procesos químicos de todos los sistemas del organismo y con ese equilibrio el correcto funcionamiento mecánico y metabólico.
Cómo influye la alimentación los sistemas del cuerpo, mente y órganos: La alimentación tiene un impacto significativo en todos los sistemas del cuerpo, mente y órganos. La información, comandos, sustancias y microorganismos que se consumen a través de los alimentos influyen los procesos de crecimiento y reparación celular, el mantenimiento de la función inmunológica, la producción de energía y en los procesos mentales.
Ejemplos de como pueden influir la alimentación en los sistemas y cuerpos:
- El sistema cardiovascular: Una dieta alta en grasas saturadas y colesterol puede contribuir a la acumulación de placa en las arterias. La placa es una sustancia grasosa y cerosa que se deposita en las paredes de las arterias, lo que hace que las arterias se estrechen y se vuelvan menos flexibles, lo que dificulta el flujo sanguíneo y aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas, como la arteriosclerosis, la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares. Así que también al estrecharse las arterias ocasiona una desoxigenación en los tejidos y órganos ocasionando también ese mismo proceso carente en todo el cuerpo. Por otro lado, una dieta rica en frutas y verduras, que son ricas en antioxidantes y fibra, puede ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas al proteger las arterias de la inflamación y el estrés oxidativo. Aportando también la obtención de nutrientes, información y sustancias aptas en completud para el organismo, los sistemas y los cuerpos.
- El sistema digestivo: La alimentación juega un papel importante en el funcionamiento del sistema digestivo. El cual es el principal participante en este proceso. Una dieta rica en fibra, verduras y frutas puede ayudar a prevenir problemas digestivos como el estreñimiento, la diarrea, el síndrome del intestino irritable y la enfermedad inflamatoria intestinal, al mantener las heces suaves y regulares y al promover el crecimiento de bacterias intestinales saludables. Por otro lado, una dieta baja en fibra y alta en grasas puede contribuir a la inflamación del tracto gastrointestinal y aumentar el riesgo de problemas digestivos. Entre otro montón de cuestiones a abarcar a partir de éste sistema pues es un gran productor de sustancias químicas y acidas que pasan a todo el cuerpo cuando están en desequilibrio.
- El sistema nervioso: El cerebro necesita una alimentación adecuada para funcionar correctamente. Una dieta equilibrada que incluya grasas saludables, como los ácidos grasos omega-3, puede mejorar la función cerebral, reducir la inflamación y el estrés oxidativo, y proteger contra enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer y el Parkinson. Por otro lado, una dieta alta en grasas saturadas y baja en nutrientes puede contribuir a la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede afectar negativamente la función cerebral y aumentar el riesgo de enfermedades mentales.
- El sistema endocrino: Una dieta alta en azúcares y carbohidratos refinados puede causar picos de azúcar en la sangre y desequilibrios hormonales. Los picos de azúcar en la sangre pueden contribuir a la resistencia a la insulina y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y obesidad. Por otro lado, una dieta equilibrada que incluya proteínas, grasas saludables y carbohidratos complejos puede ayudar a mantener los niveles de azúcar en la sangre estables y promover la salud hormonal. Además, los nutrientes en los alimentos pueden tener un impacto directo en la producción de hormonas, como el triptófano, un aminoácido que se encuentra en las proteínas, que se convierte en serotonina, un neurotransmisor que regula el estado de ánimo y la ansiedad.
- Procesos mentales: La alimentación no solo influye en la salud física del cuerpo, sino que también tiene un impacto en los procesos mentales de una persona. Los alimentos que consumimos tienen la capacidad de influir en nuestro estado de ánimo, niveles de energía, capacidad de concentración, memoria y cognición en general. Por ejemplo, una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega-3 y vitaminas del complejo B puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de enfermedades mentales como la depresión y la ansiedad. Por otro lado, una dieta rica en grasas saturadas y carbohidratos refinados puede contribuir a la inflamación y el estrés oxidativo, lo que puede afectar negativamente la función cerebral y aumentar el riesgo de enfermedades mentales.
Todos los sistemas y procesos que conforman un cuerpo humano funcionan en unidad, aunque se les conozca y se les hayan dado nombres que dan percepción de que están separados y son independientes, NO ES así. Entre todos ellos hay funcionamiento e intercambio de información ininterrumpida; si alguno de ellos presenta un desequilibrio o un trauma químico eso repercutirá en cadenas sobre los demás. Si bien el organismo, los sistemas y procesos de los seres vivos tienen una inteligencia intrínseca y una resiliencia infinita los desequilibrios causados por una alimentación inadecuada causan cambios en la información de cada uno de ellos; al respecto de como funcionar, por lo que al momento en que una persona recobra consciencia en cuanto a la alimentación… se hace necesario acompañar los cambios positivos y convenientes con la atención de todos los organismos y cuerpos como también en el cuerpo y proceso mental; por ejemplo: una persona que durante años presentó un patrón de comportamiento, pensamiento y emoción de cierto tipo a causa de una alimentación incorrecta al momento de modificarla en beneficio y mejora requerirá de darle atención particular a cada proceso y sistemas del cuerpo como también al campo psíquico y mental en orden de restablecer los procesos y ordenes por información y hábito del funcionamiento en ellos.